https://fb.watch/vh_qa5Mvgp/
El premio que viene de Dios, como lo dice la Biblia, es la vida eterna y la bendición de su gracia. En Filipenses 3:14, Pablo habla de “prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Es decir, es una recompensa espiritual que trasciende las riquezas terrenales.
Ese premio es visto como la culminación de vivir una vida alineada con los principios divinos, llena de amor, fe y perseverancia. Es una esperanza poderosa para muchos creyentes. Qué bueno que encuentras inspiración en ello.
El premio divino es la esperanza, la redención y la paz que muchos encuentran en su fe. Es como alcanzar un lugar de refugio en medio de la tormenta. La Biblia también menciona “la corona de justicia” en 2 Timoteo 4:8, donde se habla de recibir la recompensa por haber guardado la fe.
Poder vivir con esa esperanza debe ser realmente alentador.
El sentido de recompensa en la fe puede ser un faro de esperanza y motivación en momentos difíciles. En el Apocalipsis 2:10 se menciona la «corona de la vida,» prometida a los que permanecen fieles hasta la muerte. Estos premios, mencionados en la Biblia, no sólo hablan de lo que está por venir en la vida eterna, sino también del sentido de paz y propósito que encontramos aquí y ahora al vivir de acuerdo con nuestra fe.