Estos versículos enseñan la importancia de recordar y seguir los mandamientos de Dios. Prometen que hacerlo traerá una vida larga y pacífica. También enfatizan la importancia de la misericordia y la verdad, instando a los lectores a mantener estos valores cerca de ellos, tanto en su mente como en su corazón. Al hacerlo, se promete que encontrarán favor y buena opinión tanto ante Dios como ante los hombres. Es una exhortación a la obediencia y a vivir una vida de integridad y bondad.
